Las cirugías en las personas con Diabetes

Es reconocido que la cirugía ocasiona respuesta a estrés en el paciente, que desencadena un desbalance de hormonas y citoquinas, y colabora con el aumento de la glicemia, glucagón, catecolaminas, cortisol y resistencia a la insulina, lo que trae como consecuencia el desarrollo de hiperglicemia intra y/o postoperatoria, por lo tanto, es necesario una adecuada evaluación del paciente con DM previo a la cirugía para realizar los ajustes requeridos en caso de descontrol de la glicemia.

La intención del tratamiento en el paciente diabético que tendrá una cirugía es evitar la hipoglicemia, la cetoacidosis y la hiperglicemia. Se estima que los niveles de glicemia entre 120 y 180 mg/dl son los más convenientes, ya que glicemias mayores a 200 mg/dl se asocian a entorpecimiento de la cicatrización de la herida operatoria y desequilibrios de la función de leucocitos, ocasionando mayor riesgo de infección bacteriana.

¿Cómo me preparo para una cirugía?

  • Antes de la cirugía

Coopere con su proveedor de atención médica para crear el plan de cirugía más seguro para usted. Concéntrese más en el control de su diabetes durante las semanas antes de la cirugía tomando en cuenta su alimentación y ejercicios.

  • Durante la cirugía

Conocerá al anestesiólogo antes de la cirugía, el cual discutirá con usted el plan de control para el azúcar durante la operación, este especialista proporcionará la insulina necesaria durante la cirugía.

  • Después de la cirugía

Con frecuencia la persona con diabetes que ha sido sometida a una cirugía tiende a permanecer más tiempo dentro del que un paciente sin diabetes, por lo que debe prepararse para ello. Es sumamente importante que usted o el personal de enfermería revise con frecuencia su nivel de azúcar en la sangre y lo registre.

Esté atento a signos de infección, como fiebre, o una incisión que esté roja, caliente al tacto, hinchada, con más dolor, o supurando.

Muévase en la cama y bájese de esta con frecuencia para prevenir las ulceras de decúbito. Si tiene menos sensibilidad en los dedos de los pies y de las manos, es posible que no sienta si está desarrollando una úlcera de decúbito.

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